A galeria do San Ramon

Mi cuñada regalo felicidad a su familia. Ha hecho algo que envidio y admiro. Buscar la manera de volver a casa, montando negocio. Tanto que quiero lo mismo en la tierra de mis abuelos.

Mi hermano y ella se mueven en las altas esferas de los hoteles de lujo en Madrid y se les da muy bien. Ahora se lanzan con un mini hotel con encanto en su pueblo, Vilalba. Alla en el norte, donde los peregrinos paran antes de llegar a Santiago.

Se enamoraron de la casa hace ya unos años, casa centenaria con historia en el centro del pueblo. Una casa renovada con gusto y un dueño que quiso que la casa se quedara en manos gallegas. Una casa que han decorado con mucho mimo. Esa casa llevaba escrita su nombre.

Yo me enamore de la casa este verano. Galicia me regalo la calma en un verano raro. Me enamore de su luz y su paz. Descuento los días para las próximas vacaciones y enseñarles a mis enanos la casa de los tatos.

Si quereis recargar pilas, una escapada por el norte. A galería do San Ramon.



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Lunes. Otro nuevo comienzo